Ventajas
La verdadera ventaja de vender tu casa a Casavo es que no tendrás que perder el tiempo buscando un comprador: Casavo compra su casa cuando tu lo desees.
Visita a la propiedad
Tras rellenar nuestro formulario con la información de tu vivienda recibirás una llamada para organizar una visita al inmueble con uno de nuestros expertos. ¡Con el proceso tradicional, recibirías más de 20 visitas antes de encontrar un comprador!

Finalización de la venta
Si firmas nuestra oferta de compra, nos vemos en el notario y Casavo te pagará el 100% del valor acordado ese mismo día. Con el proceso tradicional, tardarías unos 6 meses en vender tu casa.

Costes
Casavo no tiene comisiones. Simplemente compramos tu casa con un descuento sobre su valor de mercado (5-10% de media). Con el proceso tradicional, acabarías pagando un 4-7% del valor de la propiedad.

Las ventajas que ofrece Casavo no son solo materiales
Solicite una oferta en línea gratis
Realiza una evaluación en tiempo real de tu vivienda y, si lo deseas, solicita una oferta gratuita. Nuestro equipo de expertos contactará contigo para guiarte en los siguientes pasos necesarios para recibir una oferta formal.
Evalúa nuestra oferta
Valora nuestra oferta y ponte en contacto con nosotros para cualquier duda. Te daremos todos los detalles de nuestro proceso de compra. Cuando quieras firmar el contrato, nosotros también estaremos preparados.
Todo saldrá como estaba previsto
Nosotros organizaremos la reunión con el notario para firmar todos los documentos y no tendrás que preocuparte por nada.
Compramos tu casa en Madrid
Sin estrés, a un precio claro y con 2 visitas como máximo.
¿Necesitas ayuda? Contacta con nosotros o consulta la sección de preguntas frecuentes.
Nuestros clientes

“
"El proceso con Casavo me pareció muy simple, bastó una visita a casa y en un momento la tenía vendida"
Carlo
La historia de Carlo →
“
Elegimos Casavo para vender y la elegiríamos también para comprar. En realidad, ¡nos fiamos tanto que hasta invertiríamos en Casavo si pudiéramos!
Antonella y Carlo
La historia de Antonella y Carlo →